lunes, 10 de marzo de 2014

MEDULA ESPINAL ANCLADA EN NIÑOS

La Médula Anclada en Niños, son un grupo de malformaciones del desarrollo de la médula espinal.
Estas son condiciones que pueden causar terribles consecuencias si no se tratan, por lo que es muy importante mantener una alta sospecha clínica y hacer diagnóstico temprano. 
Existe cierta superposición de la denominación de estas condiciones. Las diversas formas incluyen afecciones tales como: filum terminale corto, lipomeningocele, diastematomielias medulares, fístulas dérmicas, tumores dermoides y cistocele, entre otras causas.
En general lo que todas estas condiciones tienen en común es un tirón de la médula espinal en la base del canal espinal. Conforme los niños crecen, sus médulas espinales no crecen tan rápido como la columna vertebral, de manera que relativamente la médula espinal deben ser capaz de ascender libremente en el interior del canal espinal durante el crecimiento. 
Si estructuras anormales se aferran a la médula espinal, éstas no dejarán que ascienda con el crecimiento, lo que puede conducir a la pérdida progresiva de funciones neuro musculares.

Por lo general, si tienen la edad suficiente, los niños se quejan de dolor de espalda, o pueden mostrar algunos signos de malestar.  Si el problema progresa sin ser detectado, progresivamente pueden perder la función de las piernas, así como control vesical e intestinal. 
Afortunadamente, la mayoría de los niños con este problema son diagnosticados tempranamente debido a marcas inusuales en el medio de la espalda inferior. Estas incluyen masas grasas (lipomas), áreas de aumento de la pigmentación, hoyuelos o un parche de cabello (hipertricosis) en la región lumbar.

Notar estos signos de la piel de un niño, debe impulsar una investigación que por lo general incluye una resonancia magnética. Durante la infancia el ultrasonido puede ser suficiente para identificar una de estas condiciones. Cuál método diagnóstico utilizar debe quedar a criterio del neurocirujano.

Es importante entender que si hay un problema en un sitio de la médula espinal, puede haber otros problemas a diferente altura de la columna. Por esta razón, es una buena idea para tomar imágenes de todo la médula espinal y, potencialmente, el cerebro antes del tratamiento.

En general, la mayoría de los Neurocirujanos Infantiles recomendamos que estas condiciones sean tratadas quirúrgicamente con prontitud, para de esta forma poder proteger el crecimiento de la médula espinal.  

Para el joven que ha alcanzado la estatura adulta con un mínimo o ningún síntoma, se puede considerar sólo una observación clínica cercana.
En general, el tipo de cirugía indicada depende en gran medida de la causa, pero siempre es un procedimiento delicado, meticuloso y microquirúrgico. 

La gran mayoría de los niños toleran la cirugía bien y van a mejorar o al menos estabilizar su nivel de funcionamiento. Como los niños crecen, por la cicatrización post-operatoria, existe la posibilidad de re-anclaje medular, por lo que es importante monitorizarlos cuidadosamente.

Si usted tiene dudas, consulte con su pediatra.



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