El azúcar es una droga.
Es legal, amplia y libremente consumida, popular entre los niños, está en casi todos los alimentos manufacturados, pero sigue siendo una droga más adictiva y peligrosa que la cocaína.
Es legal, amplia y libremente consumida, popular entre los niños, está en casi todos los alimentos manufacturados, pero sigue siendo una droga más adictiva y peligrosa que la cocaína.
Es más, ambas son psicológicamente adictivas, pero solo el azúcar genera adicción física. Es casi seguro, que si hoy fuera a ser introducida a la sociedad por primera vez, sería rechazada por los organismos controladores de salubridad. Es causa de obesidad, ceguera, pérdida de extremidades, depresión, diabetes, hipertensión, artrosis, infartos, caries, Alzheimer, cáncer y decenas de padecimientos crónicos más que están diezmando a la población del planeta.
Se estima que en los últimos 50 años el consumo de azúcar se ha triplicado en todo el mundo. Se ha generalizado el uso industrial de un tipo particular de azúcar, el jarabe de maíz o sirope de maíz, que tras el procesado, da lugar a una mezcla casi a partes iguales de glucosa y de fructosa.
Este aditivo - con alto contenido en fructosa - es el edulcorante común de productos procesados, como bebidas azucaradas, pan industrializado, cereales del desayuno, galletas, golosinas, helados, productos empacados, productos "light" y más.
Nuestro cuerpo no puede distinguir entre el azúcar natural de la fruta, la miel y el azúcar industrial. Todos los azúcares se descomponen en glucosa y fructosa, y se procesan en el hígado. Posteriormente se convierten en glucógeno o grasa para almacenar, o se mantienen como glucosa en la sangre para ser utilizada en las células del cuerpo.
Por lo tanto, es la cantidad que se consume la que crea la diferencia.
Por ser tan altamente adictivo, es tremendamente difícil deshacerse de la tentación de comer azúcar y alimentos dulces; tanto, que en general es más fácil dejar el tabaco que dejar el azúcar.
Por lo tanto, es la cantidad que se consume la que crea la diferencia.
Por ser tan altamente adictivo, es tremendamente difícil deshacerse de la tentación de comer azúcar y alimentos dulces; tanto, que en general es más fácil dejar el tabaco que dejar el azúcar.
El uso del azúcar debe ser desalentado y los usuarios deben ser conscientes de los peligros.
Sin duda esto puede parecer exagerado y descabellado, pero el azúcar es la droga más peligrosa de todos los tiempos, y puede ser adquirida fácilmente en todas partes. Está en casi todos los alimentos procesados: quesos, panes, galletas, cereales, embutidos, yoghurt, enlatados y demás.
El azúcar, a diferencia de la grasa y otros alimentos, interfiere con el apetito del cuerpo creando un insaciable deseo de seguir comiendo, un efecto que la industria alimentaria utiliza para aumentar el consumo de sus productos.
Al igual que cualquier droga adictiva, quien utiliza azúcar quiere más y más, incluso cuando ya no tienen hambre. Por ejemplo, se puede ofrecer huevos a alguien y esta persona va a dejar de comer en un momento dado cuando alcanza saciedad, pero tras recibir galletas va a seguir comiendo a pesar de provocar dolor de estómago.
Las escuelas no deben vender dulces y refrescos.
Desde un punto de vista práctico la diferencia química entre el azúcar y la cocaína es que al azúcar le falta un átomo del nitrógeno.
El azúcar, al igual que las drogas, fue creada artificialmente por los humanos. Apenas estamos empezando a comprender sus efectos en el organismo, pero en las últimas décadas ha quedado claro que el consumo de azúcar está directamente relacionado con el aumento brusco de la diabetes y el cáncer, así como con las enfermedades cardiovasculares, déficit de atención con hiperactividad en niños, trastornos neurológicos degenerativos en adultos y muchas otras enfermedades. Es considerada por muchos la causa más importante de la epidemia mundial de obesidad, lo cual se ha comprobado una y otra vez con estudios metabólicos y epidemiológicos.
Pero si es tan malo, ¿POR QUE ES LEGAL CONSUMIR AZUCAR?
La venta de azúcar es un gran negocio, uno de los negocios más grandes de la industria alimentaria en todo el mundo. Las ventas de azúcar, sólo en Estados Unidos, llegan a los quince mil millones de kilos al año; si se vende aproximadamente a cuarenta centavos de dólar el kilo al por mayor, esto suma sesenta mil millones de dólares anuales Por eso la industria azucarera tiene un batallón de grupos de presión ( ahora se les llama “compañías de relaciones públicas”) para convencer al público de que el azúcar refinada es buena para su salud y una fuente de "energía".
